Add parallel Print Page Options

29 »Hermanos, les puedo decir francamente que el patriarca David murió, lo enterraron y su tumba está todavía entre nosotros. 30 Pero, como profeta, sabía que Dios le había prometido bajo juramento que un descendiente suyo se sentaría en el trono que ocupaba. 31 Mirando pues al futuro, predijo la resurrección del Mesías, y dijo que no quedaría en el sepulcro y su cuerpo no se corrompería.

Read full chapter